Las células dérmicas van perdiendo su identidad y con ello la capacidad para producir y secretar colágenos y otras proteínas
Los problemas de la piel que padece la gente mayor, como que no cicatrizan bien o que tienen una mayor predisposición a sufrir infecciones, tienen una nueva explicación.
Un trabajo publicado en Cell por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona y el Centro Nacional de Análisis Genómico del Centro de Regulación Genómica (CNAG-CRG), explica el proceso de envejecimiento de unas células de la dermis llamadas fibroblastos.
La conclusión principal del estudio es que estas células pierden su identidad, como si “olvidaran” lo que son, alterando su función y afectando al tejido.
Los fibroblastos dermales son esenciales para producir los colágenos y demás proteínas que conforman la dermis y que permiten que la piel mantenga su función de barrera de forma adecuada. Además, son esenciales para la reparación de las heridas de la piel.
El estudio se pudo hacer gracias a las nuevas tecnologías que permiten el análisis molecular célula por célula, lo que permitió obtener una visión de alta resolución sobre los fibroblastos a medida que envejecían.
El estudio, cuya primera autora es Marion Salzer, muestra que durante el envejecimiento, los fibroblastos de la piel van adquiriendo muchas características de las células de los tejidos grasos.
“Que la pérdida de la identidad celular sea una de las causas del envejecimiento es un concepto muy interesante que creemos que no se había observado antes”, concluye Salvador Aznar Benitah, otro de los autores.