Como ayer fue el día de la cultura científica, hoy quiero hablar contra la ciencia, en particular de lo que considero una perversión: el pensamiento cientificista o creer que todo se explica con datos, hechos y lógica.
Y para eso voy a citar a uno de mis escritores preferidos de ciencia ficción, el estadounidense Kurt Vonnegut.
En un discurso en el Bennington College en 1970, Vonnegut recordó cuando él mismo estaba en la universidad y su hermano mayor Bernard estaba en camino de convertirse en un científico importante. Bernard Vonnegut fue, de hecho, el descubridor de que las partículas de yoduro de plata podían hacer que cierto tipo de nubes llovieran.
“La verdad científica nos iba a hacer muy felices y plácidos”, dijo Vonnegut.
“Lo que en realidad sucedió cuando yo tenía 21 años -agregó- fue que arrojamos una verdad científica sobre Hiroshima. Matamos a todos ahí. Y yo venía llegando a casa de ser prisionero de guerra en Dresde, (ciudad) a la que vi ser incinerada hasta los cimientos”.
De ahí en adelante, se puede decir que Vonnegut, aunque no estaba contra la ciencia, si era escéptico y pesimista en ese y todos los demás aspectos de la vida.
Vonnegut contra la ciencia
“Estaríamos mucho más seguros -les dijo a los estudiantes- si el gobierno sacara su dinero de la ciencia y lo pusiera en la astrología o en patrocinar lecturas de mano. Yo solía pensar que la ciencia nos salvaría, y la ciencia ciertamente lo intentó; pero no podríamos soportar más explosiones tremendas, sean a favor o en contra de la democracia. Solo hay esperanza en la superstición…
“Les ruego -les dijo Vonnegut a los recién graduados- que crean en la más ridícula superstición de todas: que la humanidad está en el centro del Universo y que es la encargada de cumplir o frustrar los más grandes sueños de Dios Todopoderoso”.
Yo, Manuel Lino, soy sagitario, lo cual significa que me gusta la libertad, que soy creativo y que, a diferencia de Vonnegut, soy optimista; igualito que todos aquellos que hayan nacido entre el 22 de noviembre y el 21 de diciembre, quienes pueden dar testimonio de esto…
Así, sigue Vonnegut, llegamos a las artes “cuyo propósito, en común con la astrología, es hacer fraudes para que los seres humanos parezcamos más maravillosos de lo que realmente somos”.
“Las artes ponen al ser humano en el centro del Universo no importa si ese es su lugar o no; La ciencia militar, por su parte, trata al ser humano como basura”.
Así lo vio Vonnegut en la segunda guerra mundial y lo estamos viendo ahora en la invasión a Ucrania (donde, además, regresa la amenaza de las bombas nucleares) y, con menos ciencia, en las guerras civiles en Myanmar, Yemen y Etiopía. También, según la wikipedia, lo estamos viendo en México, donde, igual que en los países que acabo de mencionar, hay un conflicto armado con más 10 mil víctimas en este año o el anterior.
“Un gran engaño de nuestra época -dijo Vonnegut- es asumir que la ciencia ha hecho quedar obsoleta a la religión… lo único que la ciencia ha dañado son las historias de Adán y Eva, de Jonás y la ballena”, y yo agregaría a lo que dijo Vonnegut, la creación en una semana del Universo. “Todo lo demás se mantiene bastante bien, en particular las reflexiones sobre integridad y generosidad”, aclaró el escritor.
“La gente que encuentra esas lecciones irrelevantes en el siglo XX simplemente está usando a la ciencia como una excusa para la avaricia y la rudeza”.
Así que en este siglo XXI tengamos cuidado con a qué nos referimos con cultura científica, sobre todo si no estamos contra la ciencia.
Ingredientes
- Sustancia activa: cultura científica
- Dosis: la que indiquen la conciencia, la integridad y la mesura
- Excipiente: Citas de “Address to graduating class at Bennington College, 1970” del libro Wampeters, Foma & Granfalloons (Opinions) de Kurt Vonnegut, cbp 625 palabras.