El informe de 2024 de The Lancet Countdown sobre salud y cambio climático concluye que enfrentamos “amenazas sin precedentes” derivadas de la demora en la acción
Actualmente, hay más riesgos de salud como consecuencia del cambio climático; de hecho, “(l)as personas de todo el mundo se enfrentan a amenazas récord a su bienestar, salud y supervivencia debido al rápido cambio climático” comentó Mariana Romanello en la presentación del informe The Lancet Countdown 2024, realizado por 122 investigadores de agencias de la ONU e instituciones académicas de diversas partes del mundo.
Romanello, quien es la coordinadora general del reporte agregó que “también estamos viendo con preocupación que los gobiernos y las empresas siguen echando leña al fuego y siguen promoviendo la expansión (económica) basada en combustibles fósiles, en detrimento de la salud y la supervivencia de las personas en todo el mundo”.
Sin embargo, hay “algunas pruebas de progreso… nuevas oportunidades que se abrieron a lo largo de los últimos 18 meses y oportunidades que debemos aprovechar para lograr un futuro equitativo. Pero lo que estamos viendo es que la reorientación financiera es increíblemente importante para generar esas nuevas oportunidades”.
Mortalidad por calor
10 de los 15 indicadores con que se monitorean riesgos, exposiciones e impactos en la salud por el cambio climático “alcanzaron nuevos récords preocupantes” según los datos más recientes, se señala en el reporte.
Uno de los indicadores más notables del riesgo en salud por el cambio climático es la mortalidad relacionada con el aumento de temperatura, que es particularmente peligrosa para las personas mayores de 65 años, niños muy pequeños, personas que viven con enfermedades crónicas subyacentes (cardíacas y respiratorias en general) y los pobres de entornos urbanos que están expuestos al calor.
A nivel global, la estimación es que las muertes relacionadas con el calor de adultos mayores de 65 años han aumentado aproximadamente un 167% desde los años 90. “Este es un nivel récord”, dijo Romanello en conferencia de prensa internacional. El aumento en las defunciones habría sido del 65%, si no existiera el cambio climático generado por acción humana.
Tal vez te interese saber desde cuándo empezó el cambio climático por acción humana.
Lluvias extremas e infecciones
“Además de la exposición al calor extremo, también estamos viendo que el cambio climático está alterando los patrones de precipitación”, lo que representa un riesgo a la salud, por lo que este año se añadió un indicador para monitorear eventos de precipitación extrema.
Si bien los datos de las afectaciones de los huracanes de este año en México y Estados Unidos (como Beryl, John, Helene) o las inundaciones en Valencia, las peores de su historia, no alcanzaron a llegar al informe, los de 2023 muestran que en el 61% de la superficie terrestre hubo un aumento en los días de precipitación extrema en comparación con la línea base promedio de 1961 y 1990.
“Las amenazas de inundaciones tienen, por supuesto, impactos muy profundos en la salud”, dijo Romanello, pues además de los ahogamientos, las inundaciones favorecen las dispersión de enfermedades infecciosas, “aumentan el riesgo de deslizamientos de tierra y otros efectos adversos”.
Tanto el aumento de calor como el de precipitaciones han provocado un aumento de infecciones, en particular de las bacterias del género Vibrio, que causan problemas gastrointestinales, como el cólera, pero que también incluye bacterias carnívoras que atacan las heridas y provocan riesgo de sepsis.
Latinoamérica, más riesgos de salud
Roncanello es originaria de Argentina, así que cuando se preguntó por la situación de Latinoamérica dijo con preocupación que es una de las regiones donde “la situación está empeorando muy rápidamente”.
Esto se ve en las sequías extremas de los últimos años en Argentina, Chile, México y otros países, y en las enfermedades transmitidas por vectores (en general mosquitos), como el dengue, que se ha expandido notablemente en la región sobre todo en este 2024, pero también el chikungunya, zika y la enfermedad de Chagas, sobre las cuales hay una carencia de datos importante.
Aun así , “lamentablemente, en nuestra región no ha habido suficiente progreso en términos de transición a energía limpia… tenemos muchas oportunidades a través del aumento de la cobertura arbórea de los espacios verdes urbanos que no estamos aprovechando tanto como podríamos. Por lo tanto, los beneficios de la acción climática están realmente rezagados en la región”.
De hecho, países latinoamericanos como México están entre el 84% de los 86 analizados en 2022 que todavía asignaban subsidios netos a los combustibles fósiles, que en conjunto ascienden a un récord de 1.4 billones de dólares.
Epílogo de impacto
Sin embargo, Roncanello sonríe al escuchar que le pregunto por el impacto que ha tenido el informe en los nueve años que tiene de publicarse, ya que “una búsqueda rápida” encontró “más de 200 políticas en todo el mundo que incorporan los hallazgos de The Lancet Countdown para promover acciones para proteger la salud”.
“También hemos visto un mayor compromiso de la comunidad científica con el cambio climático y la salud”. Marina Roncanello.
Jeremy Farrar, de la Organización Mundial de la Salud y coautor del reporte, añade que el clima no estaba en la Agenda 2030 del Desarrollo Sustentable. “Vivimos en un mundo muy polarizado, conseguir que los 194 países se pongan de acuerdo sobre ese programa de trabajo, lo firmen y lo aprueben no es una tarea fácil, y creo que hay una creciente conciencia”.
También señaló que, desde la pasada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, las COPs, van a tener un día dedicado a la salud.